Adiestramiento

Adiestramiento canino: ladrar

Para enseñar este ejercicio necesitaremos:
Un collar estrangulador y una correa de adiestramiento.
La duración aproximada es de diez minutos y el tiempo estipulado para su aprendizaje es de cuatro días.
No vamos a enseñar a nuestro perro a ladrar, lo que sí vamos a enseñarle es a canalizar ese ladrido de forma que se emita en determinados momentos cuando sea necesario.

Llevaremos a nuestro perro a un lugar tranquilo y allí lo ataremos a un árbol o a cualquier otro objeto que resista bien los tirones del animal.

Cuando hayamos terminado nos situaremos delante de él y, levantando el dedo índice, con la mano cerrada, le ordenaremos «LADRE»,»LADRE», moviendo el dedo como si estuviéramos reprendiéndolo.

Por supuesto el animal se quedará callado porque no sabrá qué significa este nuevo término ni el gesto. Entonces nos alejaremos de él, querrá seguirnos pero la correa se lo impedirá lo que provocará que empiece a ladrar insistentemente.

En ese momento nos damos la vuelta y acercándonos a él lo felicitaremos: «Muy bien, LADRE», «muy bien, LADRE» sin olvidar levantar el dedo de la forma que dijimos anteriormente.

La correcta ejecución del ejercicio se conseguirá si el perro realiza el ejercicio sólo con hacer el gesto.

Cuando ya el perro sepa ladrar cuando se lo ordenemos, procuraremos acostumbrarlo a hacerlo ante cualquier bulto sospechoso.

Pondremos un paraguas abierto, que constituye un elemento extraño para él y le ordenaremos que ladre.

Acto seguido cerraremos el paraguas. Nuestro amigo asociará la idea de que si ladra ante lo que le extraña o sorprende, en seguida desaparece. Practicaremos varias veces con diferentes objetos.

Al final habremos conseguido que el perro, al detectar lo más insignificante prorrumpa en ladridos que nos pondrán alerta ante cualquier posible peligro.