Adopción

22 millones de mascotas en busca de un hogar en México

Según datos de 2021 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), hay 27 millones de mascotas en México, de las cuales aproximadamente 5 millones tienen un hogar. Esto implica que alrededor de 22 millones de perros y gatos viven en condición de calle.

Ante esta situación, numerosos refugios y centros de adopción han comenzado a trabajar para cambiar esta realidad; sin embargo, hay una gran necesidad de apoyo, no solo en forma de voluntariado, sino también para fomentar la adopción en las comunidades locales.

El 23 de septiembre se celebra el Día Internacional del Perro Adoptado, una fecha que no solo busca honrar a las mascotas que se encuentran en la calle, sino que tiene como objetivo crear conciencia sobre la necesidad urgente que enfrentan los animales en busca de un hogar. La indiferencia hacia esta problemática afecta su calidad de vida y limita sus oportunidades de ser adoptados.

Existen diversas formas en las que podemos contribuir al rescate de mascotas en el país, como la adopción y el apadrinamiento, que ofrecen la mayoría de los refugios. El apadrinamiento permite apoyar con alimento y atención médica a un animal en un albergue, sin necesidad de llevarlo a nuestro hogar.

Además, el voluntariado es otra opción altamente recomendada para quienes tienen tiempo disponible pero no pueden adoptar de inmediato. Las labores de los voluntarios en los refugios incluyen el mantenimiento de las instalaciones, la limpieza, el baño de los animales y el tiempo de juego con ellos.

Por otro lado, si decidimos adoptar y contamos con las condiciones necesarias, es vital tener en cuenta la siguiente información: la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) establece que un tutor responsable debe comprometerse a garantizar cinco libertades básicas a su mascota:

  • Libre de hambre y sed
  • Libre de incomodidad
  • Libre de dolor y sufrimiento
  • Libre de enfermedad
  • Libre de expresar su comportamiento natural

Adoptar implica una gran responsabilidad y un compromiso para hacer feliz a nuestra nueva mascota, integrándola plenamente en nuestra familia.