Adiestramiento

Adiestramiento: el uso del clicker

Cuando Skinner, padre del condicionamiento instrumental, formuló su teoría de que la conducta es el instrumento para conseguir lo deseado, no podía imaginar que medio siglo después, los perros acabarían siendo entrenados con un instrumento basado en su teoría y llamado clicker, tan novedoso como peculiar.El clicker es una simple cajita, con una lámina metálica en su interior. Al margen de la sofisticación de otros métodos de adiestramiento, el clicker basa su efectividad en la introducción del sonido que produce al pulsar con el dedo sobre el mismo, como reforzador secundario para premiar una conducta. Pero el clicker por sí solo no es efectivo, es necesario asociar el click a un refuerzo primario (algo que motive al perro) como la comida.

Aplicación y resultados
En las primeras sesiones en las que se utilice el clicker (recordemos que las sesiones de trabajo deben ser cortas pero efectivas), se deberá realizar la acción que se conoce como “cargar el clicker”.

Para ello, cada vez que hagamos sonar un click ofreceremos una recompensa al perro. Se considera que el clicker está cargado cuando el perro al oir el click espera ansioso su premio. Una o dos sesiones de 5 minutos suele ser suficiente para cargar el clicker.

Seguidamente, nos plantearemos la acción que deseamos enseñar al perro (sin introducir ninguna orden todavía) e iremos premiando cualquier aproximación o realización del ejercicio deseado. Una de las principales ventajas del clicker es la introducción del premio en el momento exacto de la realización del ejercicio deseado, lo cual acelera el aprendizaje y ayuda a mantener una comunicación fluida entre el perro y el adiestrador.
Cuando el perro ejecuta con soltura el ejercicio propuesto se empezará a introducir la orden de acuerdo con el siguiente proceso:

Una vez que se considere que el perro tiene aprendido que esa órden supone la ejecución de una acción concreta, se empezará a formular la orden para luego (si la respuesta es positiva) introducir un click y ofrecer el premio.

El adiestramiento con clicker es un proceso que requiere grandes dosis de paciencia. Es importante que si el perro se ha quedado estancado en un ejercicio no sigamos insistiendo sino que es recomendable volver al paso inmediatamente anterior que el perro ejecutaba correctamente y seguir desde el mismo.

También es recomendable finalizar la sesión de trabajo cuando el perro haya realizado una acción brillante, y no seguir insistiendo en que la repita para que la finalización del ejercicio siempre sea positiva. Además, el último ejercicio siempre será premiado de una forma más efusiva que el resto.

A pesar de que nos produzca mucha emoción la ejecución perfecta de un ejercicio por parte del perro nunca le daremos más de un click porque sólo acabaríamos confundiéndolo, lo que si podremos hacer es darle una recompensa mayor.

A su vez, si deseamos prolongar ciertas acciones, como que el perro permanezca sentado más tiempo, simplemente deberemos retrasar la introducción del click paulatinamente.

Historia del clicker
Los principios del adiestramiento con clicker comenzaron a aplicarse en EE.UU a principios de los años 60. Inicialmente se aplicó en el adiestramiento de delfines (utilizando un silbato), sin embargo, en los últimos 15 años se ha comenzado a aplicar esta técnica en todo tipo de animales domésticos (perros, gatos, caballos…) tanto en EE.UU como en Inglaterra. El clicker es el resultado de la puesta en práctica de los trabajos en el laboratorio del profesor Skinner y del trabajo de campo de Bob Bailey, Marian Breland y Karen Pryor.