Las mascotas son mucho más que animales de compañía, son seres que nos alegran y que nos acompañan de forma incondicional en los buenos y en los malos días. Es por eso que el cariño que sentimos por ellos nos lleva a considerarlos como un miembro más de la familia y a proporcionarles todos los cuidados necesarios para que disfruten de una larga y buena calidad de vida.
Dentro de los cuidados esenciales que podemos y debemos proporcionarles a nuestras mascotas, por supuesto, destacan la alimentación y el ejercicio. Y es que al igual que pasa con los seres humanos, la calidad de los alimentos y la actividad diaria es determinante para prolongar la vida al máximo posible.
Cuidado de las mascotas
La salud de las mascotas es fundamental para que puedan disfrutar de una buena calidad de vida en cada una de sus etapas, es por ello que en el momento en el que se decide tener una mascota, es fundamental pensar en todo lo que ello implica, y que va mucho más allá de las horas de juego.
Para que nuestra mascota tenga una vida feliz, es fundamental que además de recibir cariño, también sean atendidas todas sus necesidades, especialmente las de salud. En este sentido, cuidar la alimentación es determinante, así como también la higiene y siempre respetar las visitas al veterinario para las revisiones generales.
A continuación compartimos algunos aspectos que debes considerar para preservar la salud de tu mascota:
- Alimentación
Como comentamos anteriormente, la alimentación es clave para la salud de cualquier mascota. De ahí la importancia siempre de adquirir alimentos de buena calidad y que estén especialmente indicados para la etapa del animal. Por ejemplo, en el caso de los perros, estos tienen necesidades nutricionales diferentes a cubrir en función de la raza o de la etapa de la vida en la cual se encuentren, y lo mismo suele ocurrir con otros animales.
- Ejercicio
Es fundamental fomentar la actividad física en nuestras mascotas, mediante paseos y juegos en casa. El ejercicio regular es una de las formas más efectivas de prolongar la vida de nuestros mejores amigos.
- Vacunas y revisiones
Tener una mascota implica responsabilidad y compromiso, por eso, es tan importante que desde que los tenemos en nuestro poder, independientemente del tipo de mascota, lo llevemos al veterinario para una revisión general. Adicionalmente, es fundamental seguir las recomendaciones del veterinario sobre vacunas y otro tipo de tratamientos, indispensables para prevenir el desarrollo de diversas enfermedades o afecciones.
- Señales de alarma
Otra recomendación importante es siempre estar atento al comportamiento de nuestra mascota, y si observamos cualquier tipo de comportamiento fuera de lo común, debemos llevarlo al veterinario. Una atención hospitalaria a tiempo es fundamental para conseguir tratamientos más efectivos.
Comida Barf: ¿lo mejor para tu mascota?
Cuando hablamos de cuidados, la alimentación constituye la base más importante, y es por ello que siempre debemos buscar las mejores alternativas dentro del mercado. Y la comida Barf se posiciona, justamente, como una excelente opción, porque es mucho más natural y proporciona todos los nutrientes que necesitan. En este sentido, la dieta BARF consiste en alimentar a los perros con alimentos biológicamente más adecuados, por lo que se puede optar por un estilo más similar a la dieta que llevaban sus ancestros.
Hay muchas dudas con respecto a este tipo de dieta, ¿cuáles son sus características más destacadas?, ¿es realmente beneficiosa?, ¿la comida Barf se puede cocinar? Continúa leyendo y descubre un poco más sobre este innovador estilo de alimentación.
- Carne cruda
La dieta Barf tiene por objetivo, como comentamos anteriormente, que los perros lleven un estilo de dieta similar al de sus ancestros. De ahí que el objetivo sea proporcionarles carnes crudas, una forma en la que, además, recibirán muchos más nutrientes. De hecho, el objetivo de esta dieta es una alimentación con una fuerte base de proteína animal y, adicionalmente, añadir un porcentaje más pequeño de verduras y frutas.
- Componentes de la dieta
Antes de cambiar la dieta de tu peludo, es conveniente conocer los componentes de la dieta Barf. En general, este tipo de alimentación se compone de un 60% de huesos, que contienen carne y músculo, un 15% de verduras crudas y frutas, y un 25% de carne completamente magra. Una de las ventajas es que no contiene ningún tipo de conservante o cereal.
- ¿Carne cruda o cocinada?
Si bien, el objetivo es que el perro coma el alimento crudo, si está acostumbrado al pienso es recomendable cocinar la comida Barf durante los primeros días, especialmente para evitar que se genere cualquier tipo de problema intestinal por el cambio radical en la dieta. Durante los primeros 2 o 4 días, es recomendable cocinar ligeramente la comida Barf, e incluso, ir disminuyendo el nivel de cocción poco a poco, hasta darle la comida completamente cruda al animal.
Además de los aspectos anteriores, es importante no darle los alimentos Barf a tu perro si ha comido pienso en las horas anteriores, porque puede afectar seriamente a la digestión y generar cólicos. En el caso de hacer el cambio de alimentación, la mejor opción es esperar 12 horas antes de darle la dieta Barf, y cocinar ligeramente los alimentos durante los primeros dos o cuatro días, como ya hemos dicho, todo con el objetivo de hacer la transición mucho más suave para el animal.
Tener una mascota es un compromiso, por eso es tan importante dar ese paso a conciencia del tiempo y los recursos que se les deben destinar para que tengan una vida plena y saludable en todos los aspectos. Cuidar de su salud es un proceso que requiere atender todos los aspectos básicos, desde una alimentación adecuada, hasta llevarlos al veterinario para las revisiones preventivas.
Estar atentos a las señales o cambios en sus cuerpos, si están cansados con regularidad, tienen fatiga o cambios en sus hábitos intestinales, todo cuenta para proporcionarles la mejor calidad de vida posible. De ahí la recomendación de adoptar un estilo de alimentación más apropiado y saludable, así como también otros hábitos positivos, como la higiene adecuada, visitas al veterinario y el ejercicio regular.