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Claudicación en mi Mascota

Una causa de preocupación por parte de los propietarios de mascotas, definitivamente, es el momento en el que nuestros queridos amigos presentan claudicaciones o cojeras.

Cuando se lastima al estar jugando con nosotros o con otro perro, o cuando nuestro gato en sus incansables aventuras salta de un lugar, como podría ser una barda o un mueble, y resbala o al momento de caer no lo hace de una manera adecuada y empieza a cojear, nuestra reacción inmediata es revisarlo y tratamos de ver si le pasó algo malo. Desgraciadamente no siempre se tienen los conocimientos para poder determinar si se encuentra en buenas condiciones y únicamente fue el golpe.

Hay que recordar que en el caso de nuestras mascotas el umbral del dolor es mucho mayor que el nuestro y que esto no quiere decir que un golpe no le duela. Muchas veces pensamos que no tiene nada y dejamos que pase desapercibido el hecho, pero cuando después de un rato sigue con ese problema y no apoya alguna de sus extremidades se presenta un sentimiento de culpabilidad por no haberle brindado el cuidado necesario que tiene que ser ofrecido por un médico veterinario especialista en perros y gatos.

La causa más frecuente de claudicación en nuestras mascotas es en primer lugar un traumatismo (golpe), que las más de las veces es por un accidente o un descuido, pudiendo llegar a presentarse una fractura y tendrá, en la mayoría de los casos, que ir al quirófano. Al momento del accidente no siempre vemos exactamente cómo sucedió por lo que habrá que manejarlo con cuidado ya que un mal manejo pudiera condenarlo a algo más grave. Si él es capaz de desplazarse por sus propios medios, con cautela hay que acudir con un especialista para que le realice los exámenes pertinentes y se le brinde la mejor atención y con menor riesgo para nuestra mascota.

Muchas veces y a pesar de la tecnología avanzada con la que se cuenta en la actualidad para la atención de nuestras mascotas, la cojera persiste y aquí es donde los problemas neurológicos se hacen evidentes y que, obvio es, será más complicado su tratamiento.

Sin embargo hay situaciones en donde sin causa aparente nuestra mascota empieza a cojear. Esto puede ser provocado por problemas del orden nutricional, principalmente en aquellos casos en los que poseemos una raza grande o gigante como el Mastín Napolitano, Rottweiler, Pastor Alemán por mencionar algunas razas, y en las cuales la automedicación y los cariños mal entendidos hacen que no tengan un desarrollo adecuado pudiendo producir que las extremidades se empiecen a arquear o que su apoyo se haga con toda la planta del pie en vez de con los dedos y por ende se presente la claudicación en nuestro gran amigo. Generalmente la automedicación se lleva a cabo con el suplemento de vitaminas y minerales, principalmente el calcio, el cual produce que los huesos largos se cierren prematuramente y crezcan sólo del centro, haciendo que se presente la cojera y que los huesos se hagan pandos por este desarrollo inadecuado.

Cuando nuestra mascota es nutrida con alimentos balanceados Premium o Super Premium es innecesario este suplemento alimenticio, ya que proveen de proteínas de alta calidad que ayudan a construir y mantener huesos y músculos más fuertes en nuestras mascotas, favorecen la masa corporal ideal de nuestra mascota, lo que ayudará a aumentar su longevidad y presenta una relación óptima entre la proteína y grasa, lo que ayuda a evitar la obesidad de la mascota.También la creencia errónea de que los perros deben comer sólo carne hace que sus necesidades nutricionales no se cubran y no sólo presentarán cojera sino otros trastornos importantes, como debilidad, acumulo de sarro en los dientes y anemia. Los gatos no son la excepción pero en este caso, más que por querer que desarrolle grande y fuerte como en el caso de los perros, es por el desconocimiento que la falta de una dieta balanceada puede producir trastornos tanto a nivel locomotriz, como en su desarrollo físico, agudeza visual y reproducción.

Hace muchos años era muy frecuente encontrar trastornos en el aparato locomotor de los gatos ya que eran alimentados con carne, pulmón (bofe) y ocasionalmente hígado, lo que producía una deficiencia nutricional importante por falta de minerales, vitaminas, aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales. Presentaban cojeras persistentes o parálisis de sus miembros pélvicos (patas) principalmente en la raza Siamés aunque otras razas también padecían esta patología. Estos trastornos se corregían con el simple hecho de brindar una nutrición adecuada con alimentos balanceados. Hoy en día y gracias a los grandes avances de la investigación nutricional ya no sólo es raro que se presenten este tipo de trastornos sino que además ha disminuido en forma importante la presencia de otros problemas en gatos como la formación de urolitos (cálculos) en vejiga. Siempre será importante la asesoría de tú médico veterinario para tener una mascota longeva y sana.

Por MC MVZ Gerardo Garza Malacara