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Consejos para recibir visitas cuando tienes perros

¡Listo! Todo mundo preparado en casa para recibir a las visitas, ya que habrá una reunión muy importante por la noche. Son las 20:30 horas y empieza a llegar la gente. “Buenas noches, bienvenidos sean ustedes a ésta su casa, pasen y tomen asiento.” De repente entra a la sala “Ruffo,” mi perro de raza French Poodle y empieza a olfatear por todos lados y las visitas se empiezan a poner nerviosos ya que a una de ellas no le agradan los perros pero los trata siempre muy bien. Sigue pasando el tiempo y la casa se empieza a llenar cada momento más ya que se esperan a veinte personas.

Así sigue su curso la noche cuando de repente Ruffo se empieza a colar entre las piernas de una de las visitas y de repente… ¡zaz! Se monta en el la pierna de Lucía y empieza a hacer movimientos de cadera como si tratara de copular con una perrita. Lucía no sabía qué hacer en esos momentos y Sandra, la anfitriona, con tantas cosas que tenía que llevar a la sala no se había dado cuenta de qué estaba sucediendo ya que sólo se escuchó de repente una risa que llenó toda la casa y algunos comentarios que salieron de las mismas amigas que estaban departiendo el momento. De repente Sandra entra y ve a Ruffo haciendo ese tipo de improperios y a Lucía al borde del ataque. ¡Ruffo!, gritó Sandra, pero él seguía insistiendo en montar la pierna de Lucía. Fue entonces cuando todo mundo enmudeció por unos instantes y Ruffo reaccionó al llamado de Sandra, su ama. “¡Pero qué te pasa perro! Mil disculpas le pide a su amiga, “Pero no entiendo por qué hizo eso, si nunca lo había hecho”. Sin embargo empezaron a preguntar el por qué del comportamiento de Ruffo durante toda la reunión, y entre comentario y comentario surgieron muchas sonrisas y chistes de lo sucedido hasta que llegó otra amiga que estudiaba medicina veterinaria y pues todas sobre ella a investigar qué era lo que había pasado o tratar de encontrar una explicación del por qué había reaccionado de esa manera cuando nunca la había hecho de esa manera con nadie.

Pues se empezó a hacer el interrogatorio y resulta que Ruffo acababa de salir del baño ya que Sandra lo había llevado a arreglar para que estuviera con su pelito muy bien cortadito y muy limpio para estar en la reunión. Ese era un punto importante para explicar en parte el comportamiento de Ruffo, pero no la insistencia que tenía con la pierna de la amiga. Después del baño generalmente los perros se estimulan por el cambio de olores y llegan a confundirse con los aromas que encuentran; en este caso Lucía estaba estrenando una fragancia la cual era de olor muy rico y muy fuerte, motivo por el cual posiblemente Ruffo reaccionó de esa manera, que era una de las hipótesis relacionadas con el problema de las visitas. Por otro lado, resulta que en casa del novio de la afectada había una perrita que se encontraba en celo y la posibilidad de que las feromonas hubieran quedado impregnadas en la ropa de Lucía también podrían ser una de las causas por las cuales había existido esa variación tan fuerte en el comportamiento del perro. Nada que no pudiera resolverse con sacarlo a distraer un poco y posteriormente dejarlo entrar a la casa pensando que el olor de la perrita o el de su perfume ya hubiera bajado de intensidad, pero de inmediato regresó y empezó a dar vueltas hasta pararse enfrente de Lucía y a repetir la escena. Esto se explica por el excelente olfato que tienen los perros y que aunque nosotros no seamos capaces de percibirlo ellos lo tienen tan desarrollado que pueden seguir los rastros durante un tiempo prolongado, por lo que el pobre Ruffo tuvo que ser llevado a otro lugar para evitar que siguiera con sus desfiguros durante la reunión tan importante para Sandra.

Este tema de los olores es muy importante no sólo para responder a un estímulo sino también para el gusto que pueden llegar a tener los perros por un determinado alimento ya que la palatabilidad y el olor del alimento son básicos para que sean aceptados y consumidos con mayor agrado.

Cuando se baña a un perro, muchas veces confunden diferentes olores por lo que en ocasiones podrían tener este tipo de comportamiento o muchas veces, como si lo hubiéramos tenido en ayuno durante mucho tiempo, se abalanzan sobre el alimento por el olor que desprende aún siendo las croquetas de siempre. Por esta razón cuando son llevados a bañarse es recomendable que reconozca los olores habituales para no vernos en este dilema de las visitas en problemas.

Por MC MVZ Gerardo Garza Malacara