Gato

El gato, nuestro amigo silencioso

Es increíble cuando tenemos a un gato como mascota podemos disfrutar de sus movimientos tan sigilosos y cuidadosos.

También se ve como su curiosidad en ocasiones lo mete en situaciones tan graciosas que nos hacen disfrutar su presencia. Podremos pensar, es que el gato no hace nada como para tenerlo como mascota. Se necesita tener uno para darse cuenta de tantos momentos agradables que podemos pasar con un gato al igual que con un perro con la diferencia de que los gatos son más limpios y cuidadosos, no tenemos que educarlos para que realicen sus necesidades en un determinado lugar ya que ellos por instinto buscarán su arenero al cual irán sin que nadie se los pida.

Su horario de alimentación es muy cómodo ya que ellos saben medir la cantidad de alimento que deben consumir, independientemente que bajo la supervisión de un médico veterinario se le ofrezca la cantidad de alimento que deben consumir al día.

Cuando nosotros le brindamos a nuestro gato un juguete para distraerse, al mismo tiempo estamos adquiriendo un juguete para convivir con él de manera muy estrecha ya que ellos mismos nos incitan a compartir con ellos esos momentos mágicos de la amistad.

El gato es una mascota sumamente agradecida y debemos aprender a interpretar esas señales que nos da cuando nos lleva tal vez uno de sus juguetes a la cama o al lugar en donde nos sentimos más cómodos y lo deja como un regalo para nosotros.

Cuando tenemos un gato al que le permitimos salir al jardín puede cazar alguna lagartija que nos lleva para compartir con nosotros. Dirán mejor que no me lleve nada, pero ¿se imaginan el esfuerzo que realizó para poder conseguirnos esa lagartija la cual nos la está brindando con todo el cariño del mundo?

Su andar por la casa es tan sigiloso que puede su presencia pasar desapercibida y cuando él siente que necesitamos de compañía se hace visible par estar junto a nosotros de una manera tan tranquila que nos brinda calma en los momentos en los que la necesitamos o nos da el momento para poder jugar con él desde un lugar en el cual nosotros no tendremos que desplazarnos para complacerlo.

Al igual que a un perro, a un gato lo podemos educar para que nos haga caso cuando le hablamos, o si tenemos un poco de paciencia lo podemos educar a que salga a pasear con nosotros con una traílla y un collar (que de preferencia tenga un cascabel para localizarlo) para pasear por el parque o por nuestro jardín.

Los gatos poseen cuerpos fuertes y ágiles, adecuados para correr o saltar, escalar y mantener el equilibrio y aunque son muy activos, también son los campeones de la pereza y pueden dormitar la mayor parte del día, casi en cualquier sitio.

Los gatos son mascotas magníficas, son fáciles de cuidar, muy amistosos y puedes divertirte mucho al jugar con ellos. Pero las buenas mascotas necesitan de buenos amos, que deberán preocuparse por ellos. Además de darles de comer y cepillarlos también tendrás que prestarles atención, sobre todo cuando son cachorritos.

Si en casa ya tienen una mascota, que generalmente puede ser un perro, éste se puede poner celoso por lo que debes darles tiempo para que se acostumbren y debes permitir que se vayan conociendo poco a poco. Al principio no los dejes solos porque podrán pelearse, pero con el tiempo se acostumbrarán y podrán convivir tranquilamente y jugar hasta el cansancio aún siendo un perro y un gato, así de sabia es la naturaleza. Dales un par de semanas y verás que la relación podrá ser adecuada, siempre y cuando no permitas nunca que exista alguna agresión ya que si se presenta los tendrás que mantener separados por un tiempo más prolongado.

Por MC MVZ Gerardo Garza Malacara