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Garrapatas, un gran peligro del verano

Garrapatas, y pulgas, son de los parásitos externos más peligrosos que puede tener una mascota, y si bien, todo el año hay riesgo de contagio de estos ectoparásitos, en verano, este peligro se intensifica debido a que el calor y la humedad facilitan la reproducción de estos insectos del tipo ápteros (pulgas) y ácaros (garrapatas).

Insisto, es importante nunca olvidar que, en cualquier época del año, un perro puede contagiarse de estos temibles parásitos externos, pero, es especialmente durante el verano, cuando el riesgo que corre un perro de contraerlos se intensifica lo cual puede significar problemas a la salud de la mascota, y no hay que olvidar que las garrapatas, también las pulgas, pueden transmitir enfermedades de cuidado a los dueños de dicho animal de compañía.

Pero, ¿por qué es más fácil el contagio de garrapatas en el verano?

Como te lo comentaba en un inicio, el verano tiene las condiciones climáticas perfectas para que estos ectoparásitos desarrollen su ciclo de vida, por lo que, la temporada de mayor incidencia de contagios sucede de abril a agosto, principalmente en los meses del verano, ya que puedan multiplicarse sin problema en pastos altos, pastizales, arbustos, árboles y vida silvestre, como perros o gatos callejeros y hasta roedores.

Todos estos elementos, dónde las garrapatas proliferan, pueden encontrarse en un parque, y si llevas a tu mascota a un lugar con infestación de garrapatas o hasta pulgas, es muy fácil que las contraiga ya que una pulga puede saltar 200 veces el tamaño de su cuerpo, algo así como 33 cm, aunque, se ha documentado que las pulgas pueden saltar hasta 9 metros, y las garrapatas al estar en pastos altos o crecidos se adhieren inmediatamente al cuerpo del perro cuando están contacto.

Hay que saber que una garrapata y también las pulgas significan muchos peligros, no solo porque causen comezón o irritación en la zona donde se encuentren, ya que pueden transmitir tanto a perros como a personas enfermedades de consideración como Rickettsiosis, Erliquiosis y Lyme.

Otro gran peligro que existe en estos ectoparásitos es que, es difícil darse cuenta de su presencia en el animal, y se notan únicamente cuando el perro se rasca mucho o se muerde; por ello es muy importante revisar el cuerpo y la piel del animal, para encontrar rastros de pulgas, y en el caso de garrapatas, se necesita siempre revisar de forma concienzuda todo su cuerpo, para evitar descubrir la garrapata cuando esta esté hinchada por la sangre que extrajo del animal.

Lo mejor para evitar problemas de garrapatas o pulgas, es la prevención usando desparasitantes. Para saber cuál es el indicado para tu mascota solo debes visitar a tu veterinario de confianza para consultar con él, la mejor opción para tu perro o tu gato.

Actualmente existen muchas opciones de desparacitantes de administración oral o cutánea que permiten que tu perro se proteja y se libre de pulgas y garrapatas por largos periodos de tiempo.

Así que, cuando llegue el verano, lo primero que debes hacer, antes de llevar a tu mascota al parque, es desparasitarla; especialmente con opciones diseñadas para parásitos externos, aunque también puedes usar productos tópicos como jabones y shampoos, existen hasta collares o pecheras que ayudan a evitar a estos ectoparásitos, pero lo más recomendando son los medicamentos del tipo desparacitantes, porque son más efectivos.

Adicionalmente es buena práctica lavar y limpia collares, correas, camas y juguetes, para evitar que estos ectoparásitos puedan reproducirse en ellos.