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Los cuidados del Husky Siberiano

Desde lugares muy recónditos y fríos, llega el Husky Siberiano, un perro de trabajo que tiene su origen en Siberia, más específicamente en Chukotka, Rusia; un perro que en origen estaba diseñado para además de ser un perro de compañía, pastorear ciervos, jalar trineos y brindarle calor a las personas; este perro en un origen también estaba diseñado para la defensa, por lo cual tiene una estructura física muy parecida a la de los lobos.

Al comienzo de los años 1900, el Husky Siberiano fue llevado desde Rusia hasta Alaska, durante la fiebre de oro, y estos perros su trabajo era tirar de los trineos en largas distancias; esto hizo que la raza desarrollara un menor tamaño, mayor resistencia y una gran potencia para correr. De hecho, en la actualidad, las razas favoritas para competencias de carrera y agilidad son los Husky Siberiano por ser sumamente rápidos.

Pero la historia de cómo surgió la raza tiene su lado oscuro, y es que todos los perros de la raza, eran puestos a prueba y debían demostrar desde pequeños que eran los mejores. Los cachorros que no pasaban estas pruebas eran sacrificados por la tribu chukchi de Siberia.

Afortunadamente en la actualidad estos estupendos perros, con apariencia de lobos y corazón de cordero, son sumamente queridos y cuidados por las personas de todo el mundo.

Sin embargo tener un Husky Siberiano no es fácil, ya que ellos requieren muchos cuidados, mucha atención y sobre todo mucha energía. No hay que olvidar que fueron diseñados para el trabajo, para correr y para tener grandes desgaste de energía, sino lo hacen seguramente resultará en un Husky Siberiano desequilibrado, con mucha energía para hacer muchas travesuras.

Los cuidados del Husky Siberiano

El husky siberiano es una raza con muy buena salud, sin embargo, como todo hay que tener cuidado en sus ojos, ya que suele presentar la raza problemas de cataratas, glaucoma y otros problemas oculares.
Otro mal que suele afectar mucho a esta raza es la displacía de codos y caderas, por ello es recomendable visitar siempre al veterinario.

Y lo más importante siempre es estar alerta de sus ojos, una alimentación adecuada, un buen cepillado y cuidado de sus patas. Además de largas sesiones de ejercicio.