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Parecidos entre mascotas y sus dueños

Es impresionante cómo muchas de nuestras mascotas adquieren algunos rasgos muy parecidos a los de sus propietarios. En muchas ocasiones se puede decir que es como si estuviera reflejándose la imagen a través de un espejo, ya que tal vez de manera inconsciente nosotros mostramos y enseñamos algunas gesticulaciones que nuestras mascotas captan e interpretan a su manera muy personal.

Han existido un sin fin de presentaciones fotográficas en donde el perro adquiere una apariencia física tan sugestiva que se parece al propietario, sin embargo, también sucede con algunas actitudes o acciones que realizamos nosotros los humanos y que son imitadas por nuestros animales de compañía.

Para saber escoger una mascota es muy importante conocernos a nosotros, y eso incluye obviamente a nuestra personalidad y a través de ella, aunque en otras muchas ocasiones no hay parecido físico, sí existe parecido en cuanto al comportamiento y forma de actuar. Cuando una persona tiene visitas, la forma en la cual las recibe es detectada por el perro, produciendo en él una reacción que es muy parecida a la que le ofrecemos a nuestras visitas.

El porqué de estas reacciones, muy en lo personal lo desconozco, pero es evidente que suceden. Si pudiéramos interpretar los ladridos de manera más clara, posiblemente también podríamos diferenciar los ladridos de un perro fresa al de uno que no lo es. ¿Se imaginan? ¡Guau ves!

La forma en la que caminan también lleva una cierta similitud y si no, fíjense y verán que es cierto. También, cuando en una casa hay tranquilidad por lo general los perros también lo son y en cambio cuando en una casa hay mucho jolgorio durante todo el día también su mascota muestra ese grado de inquietud, demostrándolo normalmente con movimientos sin parar, es un perro que sube y baja, que ladra constantemente lo que no quiere decir que el perro sea inestable emocionalmente sino que por su estilo y forma de vida interpreta los ladridos de manera sonora y alegre, como invitando a las personas que llegan a esa casa a unirse al festejo o rutina cotidianos.

Generalmente nuestra personalidad se ve reflejada en nuestras mascotas al igual que nuestra forma de ser y de actuar y es que nuestras mascotas aplican al dicho de “a donde fueres has lo que vieres. “De esa forma tiene asegurada su convivencia dentro del seno familiar y de amistades en donde también será aceptado con gusto.

Los perros, por idiosincrasia, son seres vivos que están acostumbrados y gustan de vivir en manada, por lo tanto, la relación con el propietario se facilita de una manera natural en donde sabe en qué peldaño de la jerarquía familiar se encuentra y cómo debe demostrar su agradecimiento, fidelidad, respeto y amor incondicional para el amo y los demás miembros de lo que para ellos es su familia.

La posesión de una mascota en casa siempre dará una presencia y seguridad, aun siendo un perro de talla pequeña. En este caso el tamaño de la mascota no tiene importancia, siempre y cuando se rija por las normas que se tienen y que se deben establecer perfectamente desde el arribo de un perro o gato al hogar.

Cómo mantengamos a nuestra mascota dirá mucho de nuestra forma de ser y de actuar. Se ha comprobado que las familias que cuentan con una mascota a la que procuran y cuidan son familias que llevan una relación de cordialidad y que hacen de su casa un verdadero hogar.