Perros

Porque a mi perro le gusta que le rasque la pancita

Cuando le hablas a tu perro para mimarlo, consentirlo y acariciarlo, siempre que lo haces te pone la pancita para que se la rasques, tal vez, si tu mascota hace esto te has preguntado por qué lo hace, hoy en Conociendoamiperro.com el porqué, sigue leyendo para averiguarlo.

Porque a mi perro le gusta que le rasque la pancita

Hay que saber que, en realidad, no a todos los canes del mundo les gusta este tipo cariños, y más que ser una conducta generalizada, este comportamiento, el que el perro se ponga de panza para que lo rasques, es un comportamiento aprendido y además es un acto de suma confianza, ya que al adoptar esa posición el perro se pone en una situación vulnerable, por lo que solo perros muy sumisos y con mucha confianza suelen tumbarse de panza para que los rasquen.

Además, este comportamiento tiene que ver con la costumbre y el que tanto enseñaste a tu perro, especialmente desde que era cachorro a adoptar esta pose para mimarlo; porque si bien, hay perros con una alta confianza con sus dueños, si el can en cuestión nunca fue acostumbrado a recibir caricias en su barriga, sin importar cuanto amor o confianza haya en ese vínculo humano-canino, la mascota, simplemente se sentirá incómoda y pondrá mucha resistencia si su dueño quisiera ponerlo de panza para rascarlo.

El que a un perro le guste o no, que le rasquen la pancita, está relacionado directamente con el hecho de si se acostumbró a esta actividad.

Ahora, en el caso de los perros que fueron enseñados a disfrutar de estos mismos, ellos disfrutan mucho de este tipo de rascado, porque la piel de su pancita es muy sensible, por lo que sentirán con más sensibilidad estas caricias, además, en el estómago del perro hay unos folículos pilosos, los cuales, al estimularse crean una reacción neurológica que hace sentir al perro muy feliz, contento y satisfecho.

Finalmente, hay que saber que no a todos los perros les gusta este tipo de caricias, por lo que no es generalizado que a todos los perros les guste una buena rascada de barriga, así que, nunca obligues a una mascota a asumir esa pose, si ella no lo hace de manera voluntaria.