Perros

Porque a mi perro le gustan los bebés y mucho

Perros y niños, incluidos los bebés, son una muy buena combinación, claro, cuando ambos han sido criados y socializados de forma correcta. Algo pasa entre los perros y los niños, que de forma natural e intuitiva rápidamente encuentran conectan de una forma muy especial. Pero ¿por qué?, ¿por qué les gustan tanto los niños, especialmente los bebés?

Si alguna vez has tenido perros y niños chiquitos o bebés, seguramente te habrás dado cuenta que el perro desarrolla rápidamente un lazo muy fuerte de amor con el pequeño, y prácticamente el can se obsesiona con el cuidado del bebé.

Se cree que esta conexión tan especial que surge entre los perros y los bebés sucede, porque justo en ese momento ambas criaturas son similares, es decir, ambos tienen curiosidad por el mundo, les gusta descubrir y los bebés al igual que los perros se asombran con todo lo que les sucede.

En pocas palabras a los bebés les llama la atención todo lo que les rodea, y a un perro le llama la atención esta nueva e indefensa criatura, cuyo aroma y conexión le recuerda el vínculo y lazo que tiene con sus dueños.

Además, el aroma que tienen los bebés, despierta algo en los perros.

Ahora, es un hecho y los perros que forjan grandes lazos con bebés, son aquellos que conviven siempre, es decir, cuando una familia que recién recibe a un bebé y tiene un perro previo, es ahí cuando surge esta conexión tan especial en la cual el perro de alguna manera recibe al bebé que está llegando, de sus dueños, o de sus humanos, como su bebé propio.

Hay que recordar que la estructura social de los perros está fuertemente marcada por sus relaciones familiares, es decir, por su manada, y de alguna manera estos animales pueden llegar a comprender los lazos o parentesco que existen en una familia; así que, cuando llega el bebé de sus dueños, más que considerarlo como un hermanito, que es lo que buscan los papás humanos, más que eso el perro tambien genera un vínculo con el bebé, un vínculo de cuidado, como si fuese un padre o un protector.

Cuando esto sucede, el perro de una familia con bebés se hace muy cariñoso, curioso, cuidadoso y atento del cuidado de ese bebé.

Este comportamiento o gusto del perro por los bebés, puede extenderse y cuando vea a otros bebés sienta el mismo deseo de cuidar y proteger, aunque, puede que no suceda y más bien, esa unión sea únicamente para el bebé de su casa, que crecerá para convertirse en un niño, al cual el perro va a amar de forma profunda.

A esto se suma, que los niños, incluidos los bebés, tienden a ser más cariñosos y abiertos con sus mascotas, y un niño puede abrirse emocionalmente de maneras que a un adulto le costaría mucho trabajo, sin embargo, cuando un niño crece con un perro, se forja una unión inquebrantable, y este amor se desarrollará profundamente y de manera natural.

También cabe mencionar que hay ciertas razas de perros, sobre todo los perros de pastoreo, tienden a ser considerados como perros “niñera”, la razón, es que estos perros de forma natural tienden a cuidar a los niños.