Perros

¿Soy codependiente de mi perro?

Uno de los beneficios más importantes que ofrece la compañía de un perro, es el apego emocional, y gracias a los fuertes vínculos que se hacen con estas mascotas, es que muchas personas usan a sus perros para obtener beneficios emocionales, como, superar la ansiedad social, el estrés y mejorar en aspectos de comunicación con otras personas; esto ha hecho que para muchas personas su perro, sea un escudo emocional y social sin el que no pueden salir, pero, acaso, esta forma de ver las relaciones caninas ¿es buena?

La respuesta es no del todo, y algunos expertos en la mente humana, aseguran que, al igual que las personas pueden hacer codependencia de otras, lo cual no es de ninguna manera bueno, también puede pasar con los perros, y las personas se pueden hacer codependientes de sus mascotas, pero como identificar este tipo de vinculación con un canino

Como saber si ¿soy codependiente de mi perro?

Se define la codependencia emocional, como un problema caracterizado por la dependencia afectiva obsesiva hacia otra persona, en este caso una mascota y su relación con ella.

Ahora, hablando de codependencia con las mascotas, los expertos van un paso más allá de esta definición, para designar como codependencia a todas aquellas cosas que se hacen y no estén motivadas para satisfacer necesidades físicas reales de dicha mascota; un ejemplo podría ser, a mi perro le gusta que lo abrace todo el tiempo, cuando, claramente esta no es una necesidad canina de hecho, en muchos casos, los abrazos son percibidos por los perros como una actividad estresante, y es más bien, la necesidad afectiva de la persona la que motiva esta forma de vinculación con la mascota.

Y si bien, podría parecer que la codependencia con un perro no afecta a nadie, hay que decirlo, y este tipo de interacciones trastocan no solo a las mascotas, también a las personas y en muchas ocasiones este tipo de interacciones puede crear ansiedad, confusión y hasta sufrimiento, tanto para el perro como para la persona, cuando llegan a estar lejos.

Así que, si detectas que la relación con tu perro termina siendo obsesiva y más que nada les causa estrés a ambos, es probable que sean codependientes.