Perros

¿Un perro puede sentir vergüenza?

Sabemos que los perros pueden experimentar muchas emociones, entre ellas principalmente alegría, amor, miedo, enojo, pero, que me dicen de otras emociones más complejas, como la vergüenza, y por lo menos, hablando de internet hay muchas pruebas en video, que nos demuestran que los perros sienten culpa cuando se portan mal, pero, ¿también se sentirán avergonzados de sus actos?

¿Un perro puede sentir vergüenza?

Hay que entender que es la vergüenza, y si, usamos este concepto emocional hablando del elaborado contexto social, en el cual, sentimos vergüenza a veces, incluso de la ropa que usamos o cómo nos perciben otras personas, bueno, si hablamos de esa vergüenza, LOS PERROS NO LA SIENTEN, y más bien, cuando sentimos que están apenados por su collar, porque les pusimos ropa o algo así, bueno, en ese caso estas humanizando al perro, atribuyéndole emociones que no tiene.

Inclusive, entendiendo la vergüenza relacionada con la culpa, debemos recordar que también la culpa es una emoción que surge de un raciocinio sobre el bien y el mal; cosa que en el caso de los animales no sucede, porque ellos no pueden entender nuestras normas sociales y morales.

En ese sentido, hay que saber que los perros son literalmente unos sinvergüenzas, porque ellos no conocen ese complejo concepto de culpa o incomodidad.

Pero, si hay que saber que, con la enseñanza y de acuerdo a la crianza, un perro puede aprender que hay ciertas cosas o comportamientos que están mal y al hacerlas le atribuyen un castigo; en ese sentido, cuando hablamos del entendimiento de los perros y que saben que hicieron algo que sus dueños no permiten, en ese sentido si los podemos ver con un comportamiento que asociaremos con la vergüenza o la culpa, pero, más que en verdad sentirse apenados por haber destruido la cama o hacerse en la casa, ellos sienten las emociones de su dueño, que está enojado, y lo demuestra con su lenguaje corporal, con su voz, y hasta en cómo huele la química de su cuerpo.

Así que el perro reacciona a la forma en la que su dueño se está comportando y seguramente su reacción será de miedo o estrés e incluso hasta ansioso, pero, de ahí a que en verdad se sienta avergonzado o con culpa mortificante de su comportamiento travieso, bueno, eso no sucede.