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Cómo es visitar una tienda de mascotas (acompañada de mis perros)

Antes, imaginar una tienda de mascotas, era una locura, y cuando digo antes, no es mucho tiempo atrás, y hace un par de años imaginar una tienda amplia, dedicada al mundo de las mascotas en formato autoservicio, era una locura, porque si bien siempre han existido las mascotas, su importancia en la vida de las familias y las personas, no es la que tienen ahora.

Y es que ahora, se trata a los perros, o gatos, como hijos, como pequeños bebes que se llenan de atención, regalos, cosas, juguetes, accesorios, en fin, en la actualidad hay perros tan consentidos y tan atendidos, que parecen los reyes de la casa y para estos perros, las tiendas de autoservicio de mascotas abrieron sus puertas, para que esas personas, con sus perros puedan ir a visitar estas tiendas, comprar cosas para sus mascotas y regresar a casa.

Tiendas especializadas de mascotas, siempre han existido, como lo decía antes, pero más que nada eran tiendas en línea, o pequeñas secciones dentro de las veterinarias; pero ahora hay lugares con muchos metros cúbicos y estanterías llenas de accesorios y cosas para mascotas.

De hecho, cuando llego Petco a México yo quede fascinada, me encantaba la idea de tener estas tiendas, a las que puedes ir con tu mascota a comprar comida, juguetes, ropa y accesorios únicamente para mascotas, cuando las vi en Estados Unidos me fascine, y esperaba que llegarán pronto a México, cosa que sucedió.

Además, cuando eres pet lover esta experiencia se disfruta mucho, y puedes encontrarte con otras personas que aman tanto como tú, a su perro.

Pero, ir a una tienda de mascotas es una experiencia extraña, y lo digo yo, que voy seguido con mis perros, y me siento como en una especie de dimensión desconocida en la que no tengo hijos berrinchudos, pero si tengo perros berrinchudos que hacen rabietas en la tienda porque quieren cosas, porque no se saben comportar y porque ven a otros perros.

Y no soy la única, de hecho, una vez que fui, en el estacionamiento me encontré con una chica que venía peleando con alguien, yo juraba que era el novio y tenían una pelea de pareja en la que ella le reclamaba:

“no seas así por favor, solo vine de rápido, porque siempre es lo mismo contigo y tenemos que pelear por todo, por favor pásate a tu lugar para que ya nos vayamos”

Segundos después me di cuenta que no discutía con su novio o una persona, sino con su perrito, que al parecer es igual de mal portado que los míos.

Si es toda una experiencia divertida pero también muy extraña ir a una tienda de mascotas con tu perro, y esto sucede porque cuando pasas las puertas de la tienda, humanizas a tu mascota y termina siendo tu pequeño hijo mal portado el que quiere todo de la tienda y ni como decirle que no.