Columnas

Cosas que solo una persona que duerme con su perro sabe

Parecería que la simple y rutinaria acción de permitirle a tu perro dormir en tu cama es poca cosa, ya que la expectativa es tener un fiel y feroz guardián a los pies de tu cama, cuidándote, protegiéndote de cualquier intruso nocturno y velando tu sueño.

Pero eso es lo que piensan o imaginan las personas que nunca han dormido con un perro, porque créanme, es lo opuesto y terminas en una orilla de la cama, peleándote por no caer al piso y tratando de conseguir un poco de la cobija, solo lo suficiente para no morir de frío, pero eso nunca pasa y las horas de lo que debería ser un riguroso descanso, se convierte en intentar dormir un poco, en la orilla de tu propia cama.

Y es que, entre el sueño, estar medio dormido y que no eres capaz de bajar al perro de la cama o mandarlo a la orilla, terminas cediendo todo tu lugar, y terminas perdiendo una buena noche de sueño.

Pero tú sabes de lo que hablo y seguro cada noche terminas diciéndole a tu perro, como yo, hoy cada quien se duerme en su lugar, sin embargo, muy en el fondo ambos saben, que eso no pasara.

 7 cosas que solo una persona que duerme con su perro sabe

1. Tu perro termina durmiéndose en tu cabeza, no sabías que fuera posible por las leyes de la física, pero sucede.

2. Cada que te paras al baño o por agua, cuando regresas ya se acomodó en todo tu lugar.

3. Tu perro se acalora rápido, pero siempre termina quitándote las cobijas y envuelto en ellas.

4. Luego cuando se acalora te pide que se las quites.

5. Poco a poco te empuja a orilla de la cama.

 6. Siempre de los siempres, cuando se estira te deja arañada toda la espalda, como si hubieras sido víctima del hombre lobo.

7. No se te ocurra meterle los pies fríos bajo la panza o cerca de su pelaje; porque se enoja.