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Emotiva carta de despedida a un perro

Para aquellos que han perdido a su mejor amigo, les compartimos, está muy emotiva carta de despedida a un perro.

La relación que una persona puede establecer con sus mascotas, es muy grande, y estos animales de compañía, dejan de ser animales y se convierten en una parte muy especial e importante de nuestra vida, y cuando ellos se van, se llevan una parte muy importante de nosotros y pareciera que esa ausencia nos quebrará para siempre, pero aun cuando estos Angeles transmutados en perros se van al cielo, aun cuando se van nos siguen enseñando mucho.

Despedirse de tu perro, del amigo que te acompaño por muchos años, te dio ánimos, risas, apoyo, complicidades y más, es una terrible pérdida, que nunca se supera, pero se aprende a vivir con ella.

Hoy me acabo de encontrar con esta emotiva carta de despedida que me hizo llorar, pero a pesar de que es una carta muy triste sobre una dolorosa despedida, esta carta está llena de amor, tanto, que se siente, por eso quiero compartirla, una hermosa carta de Virginia Vega, que le da a su amigo Locky, para despedirse de él y darle el homenaje que merece y sé que nada calmará la tristeza y dolor que siente Virginia o cualquier persona que haya perdido a su amigo del alma, pero hoy nos unimos a su dolor y festejamos la gran vida, del gran perro Locky.

Carta de despedida a un perro

Perdí al perrito de los ojos, ese que era todo magia; ahora, cuando me despierto en las mañanas ya no lo veo en su camita roncar, ya no me despierta a las tres de la mañana para que lo saque a hacer pipí y beber agua y ya no me mira con sus ojitos y manchitas color miel.

Lo extraño y es mi primer día.


Hoy recuerdo todas esas noches que te levantabas para beber agua, luego volvías y te acercabas a mi cama para asegurarte de que todavía estaba allí, antes de regresar a tu propia cama y aun cuando eras más joven brincabas conmigo y me abrazabas; hoy, te susurraré te amo al menos dos veces más para que sepas que estoy cerca.


Siempre le pedí a Dios me lo hiciera eterno, que no me lo quitará nunca, que siempre lo dejará con nosotras, no me hizo caso, no me escuchó o quizá estaba distraído.

Es duro despedirse de quién te ha acompañado durante más de 15 años, él me apoyó cuando más lo necesitaba y bien que sabía, porque corría conmigo y me lengüeteaba toda la cara, me abrazaba, me miraba y sin decirme nada, me lo decía todo.


Él sostuvo nuestras manos con lamidas y besitos sabor croqueta cuando faltó Api, estuvo guardando guardia de su féretro en el velorio fiel y dando vueltas con mi Mami, Marthis y yo, aunque era muy cachorro entendía perfecto que mientras las tres nos desmoronábamos él tendría que ser el fuerte de la familia y cumplió. 


Me miró con sus ojitos de amor cuando mi exnovio en su momento me rompió el corazón, como nunca antes lo había sentido, me ayudó a reconstruir mi corazón roto cada noche que lloraba y se subía conmigo y me lamía y entretenía en lo que yo dormía de tanto llorar.

Siempre me enseñó lo bueno de la vida, nos dio su amor sin importar nada, se quedaba dormido viendo Scooby Doo, me defendía de los fantasmas, de la gente mala.


Desde que falleció Pambazo, su mejor amigo, visitaba su tumba y se quedaba ahí, sentado, fijo, viendo su tumba por cinco minutos, triste. Luego le gritabas y se volvía loco cuando veía que en sus croquetas tenían pollo, mi mami de vez en cuando le compraba su pollo rostizado en premio por ser un buen perro y ahora, es vacío.


Lo extraño tanto. Él tenía el deber de entregarme en mi boda a falta de Api, se suponía que tenía que llegar hasta que estuviera viejita, pero no resistió, aunque lo intentó mucho.

Estos días fue el perro más valiente que el mundo entero haya visto, cuando nos veía llorar a Marthis y a mí, se levantaba, aunque todo le dolía, se levantaba, fue lo mejor para él, es lo que me repito cada minuto, fue lo mejor para él, pero aquí, su cama está vacía, mis ojos lo buscan y mi corazón está roto, más vacío.


Él es magia, el perro de mis ojos, mi mejor amigo, fue un perrito feliz y lo extraño.

Lágrimas de alegría por liberarte del sufrimiento. Lágrimas de tristeza por la pérdida de tu amor y compañía.

Lloro lágrimas de dolor por la cantidad de pena que siente mi corazón. Me consuela el hecho de que tú estás aquí cerquita cuidándome, que llegaste con tú amigo Pambazo y con Api.

Voy a tratar de emular tu capacidad para aceptar lo que viene después, como cuando no había pollo. Te llevaré en mi corazón hasta el final de los tiempos. Cada vez que me enfrente a un nuevo reto o camino nuevo, voy a recordar el amor incondicional que nos llevó a Marthis y a mí de cuidar de ti desde que te encontramos en el río, para que lo tengas tú también desde allá arriba.

Te extrañaré cada día de mi vida.

Gracias Locky.