Perros

Razones para no usar una correa extensible con tu perro

La experiencia del paseo con el perro, siempre depende de aspectos básicos como lo son el control y aunque no lo parezca, también juega una parte muy importante el manejo de la correa.

Tal vez pienses que estoy exagerando, ya que lo único que se necesita para tener un paseo agradable, es cuestión meramente de tener un perro educado y bajo control, pero, pensar de esta manera hace que pierdas de vista otros aspectos importantes y muchas veces las travesuras, el desorden y caos sucede por elegir mal la correa o no usarla de forma apropiada.

Creo que las correas que más predisponen a que el perro entre en desorden son las correas extensibles, las cuales solemos pensar que ofrecen muchos beneficios a nuestros caninos y los hacen sentir libres, estando sujetos por una correa infinita que les permite ir a donde quieran, pero conectados a su dueño.

Es raro, ¿no?, una correa que le permite estar lejos de ti, pero estando contigo.

Suenan interesante este tipo de accesorios del paseo, ya que en teoría permiten al perro explorar más territorio y llegar más lejos; pero, en la práctica, sabemos que un perro siempre necesita supervisión, compañía y cuidados.

¿Para qué quieres salir a pasear con el perro si ni siquiera lo ves o está contigo?

El error está en pensar que con estas correas se les da libertad de ir a dónde quieran y explorar de forma segura, realmente no es así y el perro necesita siempre una supervisión humana que lo cuide de peligros, de otros perros, de lastimarse en la calle o enredar la correa con otras personas u objetos.

De hecho, la mayoría de las personas que salen a pasear con correas extensibles terminan experimentando mucha frustración y un perro que está fuera de control, ¿por qué?, porque la correa entre más larga sea permite que el perro se aleje y la use para enredarse en cosas y entre más larga sea, menos control tienes sobre el animal.

Es por eso que los expertos recomiendan para evitar jalones y que puedas controlar con una sola mano la correa, tener una que mida entre 1.2 m a 1.6m, que es el largo ideal para controlar, sujetar y proteger al perro en cualquier situación que pueda provocarle un peligro.

Si quieres un paseo en desorden, que el perro haga lo que quiera, se salga de control, te jale, siempre quiera ir a dónde se le dé la gana, sin poder controlarlo, usualmente eso sucede con las correas extensibles que no dan control y dan una falsa sensación de seguridad.

Lo ideal para un paseo tranquilo es tener una correa relativamente corta, y estar siempre con el perro, cuidándolo y supervisándolo.