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7 cosas que aprendí de mi manada

Parecería que, de un perro o una mascota, no se aprende nada, pero eso es algo que solo piensan las personas que nunca han tenido tan hermosa y grata compañía; porque solo necesitas tener un perro en tu vida, para descubrir muchas grandes lecciones de vida, que te marcan para siempre, y por supuesto, te hacen una mejor persona.

Claro, este aprendizaje sucede cuando permites que tu perro te enseñe esas valiosas lecciones de vida, porque solo abriendo el corazón y los ojos, estos animales nos enseñan tanto sobre la vida, y aunque parezca una locura, estos animales nos enseñan tanto sobre humanidad, valor, respeto y compañía, que por lo menos para mí, de solo pensarlo, se me enchina la piel y se me salen las lágrimas.

Pero, ¿Cuáles son las lecciones que me han enseñado mis perros a lo largo de una gran vida?, mmmmm, la respuesta es, que no me han enseñado y las lecciones fueron gratuitas, mis perros, me han enseñado a reír, a disfrutar y a vivir el ahora.

Y yo sé, todo eso parece que es algo obvio o el resultado natural de vivir, pero en la práctica eso no sucede, y mis perros me han enseñado a estar conectada con el momento, con el aquí y el ahora y querer, querer con todo mi corazón.

Sin embargo, hay más cosas que aprendí de mi manada, una gran pequeña manada de la cual aprendo algo nuevo todos los días.

7 cosas que aprendí de mi manada

Lealtad

De mis perros aprendí el valor de la lealtad, y como siempre hay que apoyar a la manada y cuando uno de sus miembros está en peligro, todos debemos unirnos para ayudar.

Valor

Mis perros, son tan valientes cuando se trata de defender a la manada, que todos los días me enseñan tanto sobre el valor.

Entender el caos

A muchas personas nos gusta tener todo en control y bajo orden, tanto, que cuando la vida saca de balance nuestras cosas, eso nos afecta; pero cuando tienes perros, aprendes a comprender el caos y adaptar el caos a ti.

Compartir

Cuando tienes perros, poco a poco aprendes que siempre debes compartir tus cosas, tus juguetes, tu comida, tu tiempo, y antes de que te des cuenta, compartir se hace algo muy simple.

Disfrutar la naturaleza

La naturaleza y yo estuvimos mucho tiempo peleadas, eso de ir a disfrutar de los parques o las bellezas naturales, no era lo mío; pero mis perros me enseñaron a disfrutar de la naturaleza.

Me enseñaron a disfrutar de caminar

Antes de mis perros, odiaba caminar, me parecía una actividad muy aburrida, pero ahora, incluso cuando tengo que ir a trabajar, mi gusto por caminar hace que de yo sola largas caminatas disfrutando del silencio.

A veces cuando alguien está muy triste, lo único que se debe hacer es sentarse, escuchar y hacer compañía

Hay momentos en la vida, cuando la tristeza y la nostalgia nos gana, y para esos momentos, lo único que se debe hacer es hacer compañía.