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La Ley de Protección Animal en España en la cuerda floja

La situación de la Ley de Protección Animal es incierta y, tras la aprobación del dictamen, se presentará en el pleno. Sin embargo, la inclusión de una enmienda que excluye a los animales de trabajo y aquellos involucrados en actividades deportivas ha generado preocupación en el Ministerio de Derechos Sociales, encabezado por Ione Belarra, así como en el grupo parlamentario de Unidas Podemos. Existe el temor de que la falta de consenso impida la aprobación de esta ley en el Congreso.

La Federación FAUNA (Federación de Asociaciones Unidas por La Naturaleza y los Animales) considera que el retraso en la materialización de esta Ley es positivo, aunque advierte que todavía queda mucho por recorrer. Afirman: «Esta legislación podría resultar perjudicial para los animales» y destacan que no se ha tomado en cuenta la opinión de expertos del sector, como biólogos y veterinarios. La exclusión de los animales de trabajo se presenta como un obstáculo significativo, y aunque celebran que esto podría llevar a la no aprobación de la ley, creen que esta no debería ser la razón para actuar.

FAUNA, conformada por especialistas en bienestar animal y con conocimientos en biología, ciencia y medio ambiente, está apoyando a muchos expertos que advierten sobre las posibles implicaciones de la ley si se aprueba. La Federación cuenta con protocolos de seguridad, manejo, cuidados y atención a las necesidades físicas y biológicas de los animales.

En cuanto a la nueva Ley de Protección, Derechos y Bienestar Animal propuesta por la ministra Ione Belarra, se busca establecer un listado positivo para regular la importación y exportación de mascotas, desafiando el marco del mercado único europeo. Además, se planea prohibir la tenencia de diversas mascotas exóticas comunes, como loros y tortugas. Se define como animal exótico a cualquier especie que no sea un perro, gato o hurón. Por lo tanto, conejos, canarios, tortugas y hámsters entrarían en esta categoría y su idoneidad tendría que ser evaluada, a pesar de que muchas de estas especies han convivido con humanos durante largos períodos. Es importante señalar que no todas las personas prefieren perros o gatos; muchos optan por otras especies con las que les gustaría interactuar, considerándolas parte de su familia o simplemente disfrutando de su compañía y observación.