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Leyes de Murphy con tu perro – lo que sale mal cada que estás con tu perro

Las famosas leyes de Murphy nos recuerdan que cada que algo puede salir mal, es un hecho que va a salir mal.

Ya sabes, algo así como, el día que no se te puede hacer tarde, por algo importante del trabajo, ese mismo día, el universo complotea contra ti y eso que nunca pasa, ese día pasará.

Eso es lo extraño con las leyes de Murphy, que, en condiciones normales, esos accidentes o situaciones NUNCA suceden, pero cuando no deben suceder, es cuando más pasan.

Pues bien, he descubierto que cuando salgo con mis perros, hay un nuevo nivel de leyes de Murphy, uno que desde afuera se ve absolutamente gracioso, pero cuando es a ti, a quien le pasa, es frustrante.

Y lo más molesto de estas leyes, es que si ese mismo día en vez de sacar a los perros, decidieras salir a tomar el sol tú solo, no pasa nada, pero cuando decides salir con los perros, como si fuera un multiverso alterno, cuando sales con tu perro, todo lo malo que podría suceder pasa.

Ese mismo hipotético día y momento, en el cual cambia una sola decisión, en vez de salir solo, salir con tus mascotas hace que todo el universo se ponga en contra, y ese mismo momento, que, si tu elección hubiera sido otra, habría habido sol, te hubieras encontrado una moneda, habrías tenido encuentros fortuitos, pero las leyes de Murphy aplican que, si quieres sacar a pasear al perro, ese día inclusive los aliens deciden arruinarte el día.

Por eso estoy convencida que las leyes de Murphy tienen un capítulo especial cuando se habla de mascotas y paseos, porque, por lo menos en mi caso, cada que salo con ellos a pasear, todo, literalmente todo sale mal.

Así comienzo a pensar en estas leyes; definitivamente es eso, o mis perros se portan muy mal.

Y los paseos que deberían ser una actividad cotidiana, terminan siendo expediciones en un terreno inhóspito.

Pero que es lo que puede salir mal con tu perro

El único día que olvido las llaves en casa para ir al paseo, porque mis perros salieron corriendo como desquiciados, ese día algún vecino cierra la puerta del edificio y me quedo 3 horas, (con mis locos perros, que parecen gremlins mojados), afuera gritándole a mi hermano que me abra la puerta.

El único día que se me olvida bajar las bolsas de la popo, ese día mis perros bombardean el jardín y tengo que subirlos y luego bajar para recoger todo.

Ese único día en el que tengo que dar doble vuelta, comienza a llover.

El único día que se te olvida llenar el tazón del agua, tu perro se muere de sed.

La única vez que tengo una emergencia veterinaria por una alergia y voy al veterinario, ese día llega tarde, el médico.

Cada que limpio la casa, sin importar que hayamos regresado del jardín, mi perro decide que es momento de hacer del baño nuevamente.

Siempre andas presumiendo los trucos que hace tu perro, pero el día que se los quieres enseñar a un amigo, nunca los hace.

El único día que tu perro esta mugrosisimo, con las patas sucias de lodo, ese día se le ocurre saludar y pararse en la ropa del vecino.

Cuando gastas muchísimo dinero buscando un súper juguete para tu perro, y el se divierte con una botella de plástico.