Columnas

Me caen gordas las personas que se desentienden de sus perros

No hay personas que me caigan más gordas en este planeta, que aquellas que decidieron hacerse del compromiso y responsabilidad que significa tener un perro, y luego cuando lo tienen simplemente ya no quieren hacerse cargo de ese compromiso, por falta de tiempo, dinero o que se yo.

En serio, me chocan esas personas e inmediatamente caen en la escala de valor y plusvalía humana al nivel más bajo, y eso tiene una relación directa, con que dice muchísimo de su carácter, el cómo renuncian a las cosas y renuncian al amor más noble y puro que puedan sentir en esta vida.

Digo, no cualquiera puede tener un perro, pero si no quieres responsabilidades, no tienes tiempo, ganas o energía de cuidar un ser vivo de la forma adecuada, mejor te compras un tamagochi o hasta un peluche, es más, un furby, que prendes y apagas cuando tienes ganas de convivir con alguien, pero si decides aceptar un perro en tu vida, es un compromiso para siempre.

Así que una vez que lo haces, no te puedes desentender, no lo puedes dar en adopción y no puedes decir “siempre no quería un perro”, bueno, si puedes hacerlo, y es preferible que nunca más, esas personas tengan un perro en su vida, pero si una persona acepta un perro pensando, en que, si finalmente no le gusta o no encaja, se deshace de él, eso es de una persona de una calaña muy baja.

Creo que hay dos tipos de personas en este mundo, las que aman a los perros o cualquier ser vivo, y LOS QUE NO.

Pues bien, el otro día hablaba con un “amigo”, que me preguntaba si no quería adoptar a su perro, porque él ya no tenía tiempo para hacerse responsable, y en ese momento pensé, qué a un amigo, a un familiar, a alguien tan cercano, no te deshaces de él, cuando es incómodo, noooo, sino que buscas la manera activa, para ofrecerle todo eso que necesita, pero no te deshaces de tu perro, para mí lo que dijo, fue tan abominable, como si una persona dijera:

“Tengo mucho trabajo, ya no puedo cuidar a mi hijo, ¿no lo quieres?”

Simplemente es inaceptable, y una vez tienes un perro en tu vida, una vez es tu responsabilidad, es un compromiso, es tu palabra de honor, para cuidar de aquí hasta que la muerte los separe.

Por eso me caen muy gordas las personas, que, cuando tienen un perro, la cosa se hace difícil o no tienen tiempo o ganas, lo más fácil es deshacerse de él, cuando un perro no es una cosa que se da, un perro es tu mejor amigo.

Yo jamás renunciaría a mi mejor amigo, NUNCA

Así que cuando conozco a alguien que se desentiende de su perro o sus perros, inmediatamente me cae muy, muy mal.