Razones por las cuales no debes gritarle a tu perro
Es bien común estar estresado por el trabajo, los compromisos y responsabilidades de la vida adulta, y cuando tus hijos o perros, indistintamente se portan mal, la forma más común de reaccionar es enojándote y gritándoles; lo sé por experiencia y me ha pasado mucho, con mis hijos y también con mis perros, que cuando hacen algo incorrecto suelo reaccionar mal, y lo admito, me desespero más con mis hijos, pero a veces también sucede cuando uno de mis perros rompe algo, se porta mal o se sale de control e instintivamente les grito para corregirlos; pero ahora veo, que no es la mejor forma de corregir un mal comportamiento y lo mejor es armarse de paciencia, especialmente con los caninos, que aprenden más y de mejor manera con refuerzos positivos que con gritos y malos tratos.
Voy a decir por experiencia personal que gritar no resuelve las cosas y los perros no aprenden lo que queremos de ellos gritando; además, hay que tener en cuenta que el tiempo que tenemos para corregir a un perro es de menos de 3 segundos, si la persona se tarda más en corregir al perro por un comportamiento, el can no sabrá con qué está asociado el regaño, por ejemplo, llegas a casa y encuentras tus zapatos favoritos mordidos, el gritarle al perro no solucionará el problema, él no entenderá por qué le estás gritando; así que lo mejor es calmarse, dejar los gritos que nada resuelven y buscar la manera de entrenar al canino para que tenga el comportamiento que deseamos.
- Gritarle a un perro no resuelve nada
- Gritarle a un perro no evita que vuelva a comportarse de manera inadecuada
- Gritarle a un perro solo lo asusta y lo hace inseguro
Gritar no resuelve un problema de conducta
El refuerzo positivo sí.
Si quieres que tu perro deje de hacerse en la casa, cerca de los muebles o en las alfombras, en vez de gritar lo que debes hacer es cuidar al perro, ponerle atención y cada que haga indicaciones de querer ir al baño, debes indicarle dónde debe hacerlo y cuando lo haga de forma correcta prémialo con palabras de aliento, premios comestibles, caricias, juguetes y todos los refuerzos positivos que lo hagan sentirse feliz y continuar ese comportamiento adecuado.
Verás que tu perro aprenderá más con refuerzos positivos que con regaños y gritos, recuerda los perros aprenden por repetición y asociación de experiencias positivas.