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¿Sabías que…? Los gatos y los perros también tienen fobias

La mejor manera de entender a nuestras mascotas es a través de su comportamiento. La MVZ. Samantha Hay-Parker, Asesora Técnica en Boehringer Ingelheim Salud Animal, explica que los animales pueden presentar signos de miedo como respuesta hacia un estímulo. En las fobias estas respuestas son intensas, generan temor en los animales y pueden surgir desde una edad temprana, pero también pueden presentarse en etapas más tardías de su vida a partir de experiencias que hayan vivido. Incluso una sola exposición a un estímulo que se relacione con algo negativo, puede ser suficiente para desencadenar una fobia.

A continuación, te compartimos una lista que te puede guiar en el entendimiento de las fobias.   

  • A ciertos ruidos. Una de las fobias más conocidas es la que los animales tienen a ruidos estrenduosos o repentinos como los de los fuegos artificiales, golpes fuertes, truenos, ruidos de contrucciones entre otros. Los perros que presentan esta fobia demuestran pánico, agitación extrema, intentos de escapar y/o comportamiento destructivo; por su parte, los gatos pueden llegar a esconderse.

Dato curioso: los gatos tienen 32 músculos en cada una de sus orejas, lo que les permite identificar la fuente de donde provienen los ruidos.

  • A la separación. Algunos gatos y perros pueden manifestar miedo extremo cuando su dueño los deja solos. Como resultado, pueden ladrar, chillar, destrozar muebles o temblar mientras experimentan esta sensación en un intento de escapar; también pueden llegar a orinar o defecar como respuesta incontrolable.
  • A ciertos espacios. Algunos animales, en especial los gatos, pueden mostrar miedo a espacios abiertos en los que no encuentran un lugar seguro donde resguardarse; sobre todo si ese lugar es nuevo para él. Además, lugares específicos como el consultorio del veterinario, puede generar ansiedad y en general, hacer que se vuelvan temerosos al salir de casa.    
  • Otros animales o personas. Las fobias sociales hacia otros animales y personas desconocidas, que pueden ir desde un niño pequeño hasta al veterinario, pueden ocurrir cuando no están acostumbrados a interactuar. Esta alteración la manifiestan con comportamientos agresivos o siendo retraidos. La médico veterinario explica que “tu perro o gato puede temer a cualquier estímulo al que no ha estado expuesto durante su periodo de desarrollo, que en los perros es de hasta seis meses de edad y en los gatos es de cuatro meses”.

Si notas comportamiento anormal en tu mascota, acude al especialista veterinario, quien  definirá si se trata de miedo, ansiedad o fobia. Además, indicará el tratamiento adecuado, ya sea mediante terapia de conducta o con medicamentos.

La MVZ. Hay-Parker de Boehringer Ingelheim, concluye que la identificación e intervención tempranas son esenciales para tratar miedos, fobias y evitar que deriven en otros problemas, resultando en una vida más sana y feliz.