Perros

Está demostrado: el vínculo humano-animal es beneficioso para la salud

Cualquier persona que comparta su vida con animales puede dar fe de todo lo que aportan las mascotas y que, junto a ellos, los días son mejores. Pero además de pasar buenos momentos y de aportarnos grandes dosis de felicidad, está demostrado que el vínculo humano-animal se traduce en muchos beneficios para la salud, tanto física como mental.

En Purina estamos convencidos de lo mucho que ofrecen los animales al conjunto de la sociedad, por eso llevamos años promoviendo investigaciones para demostrar, de forma científica, cómo las mascotas ayudan a mejorar la salud de las personas”, explica Sònia Sáez, Veterinaria y Brand Manager de Purina Corporativo. Y añade, “Las terapias asistidas con animales aportan grandes beneficios en pacientes con problemas de salud física pero también de salud mental, un aspecto que no debe ser olvidado”.

Las investigaciones que la compañía lleva impulsando desde hace tiempo han arrojado como conclusión que las políticas favorables a las mascotas pueden crear resultados positivos para la sociedad, impactando en la salud de las personas. Y es que cuando los perros son sociabilizados y educados para convertirse en animales de intervenciones asistidas, sus capacidades se vuelven todavía más valiosas para la sociedad. La labor que llevan ejerciendo desde hace años los profesionales en terapias asistidas con animales, hace que estos perros se conviertan en una herramienta de apoyo y trabajo imprescindible en ámbitos individuales o grupales que precisan de ayuda física, social, emocional y cognitiva, permitiendo que las sesiones de terapia asistida con perros puedan tener efectos positivos en domicilios, hospitales, colegios, centros de desarrollo infantil, y residencias para la tercera edad, entre otros.

En el marco del Día Mundial de la Salud la compañía ha querido compartir las conclusiones más relevantes de varias investigaciones, que confirman que el vínculo humano-animal ayuda, y mucho, en la salud de las personas:

  • Respecto a la salud mental, las mascotas ayudan tanto a niños como a adultos, a través de las terapias asistidas con animales, atenuando síntomas de ansiedad, depresión, deterioro cognitivo o demencia (Hughes et al 2020, Olsen et al 2016). La presencia de estos perros en los hospitales aumenta el bienestar en niños y padres durante procesos dolorosos o tratamientos largos e intensos, como los oncológicos, ya que facilitan la distracción, mejoran el estado de ánimo y el sueño, haciendo las hospitalizaciones más llevaderas.
  • En familias con niños que presentan Trastorno del Espectro Autista, la incorporación de un perro de asistencia a la familia reduce significativamente el estrés, síntomas de agorafobia, autoagresiones y movimientos estereotipados, mejorando a su vez las capacidades sociales y de comunicación. Además, está demostrado que los niños de hogares con perros tienen un 30% menos de probabilidades de tener malos comportamientos (Wenden et al, 2020).
  • Las mascotas contribuyen a nuestra salud, pero también a nuestra felicidad, siendo un soporte indispensable en personas vulnerables que han pasado por procesos traumáticos y se encuentran en riesgo de sufrir exclusión y aislamiento social. Los animales pueden ayudarles a superar el estrés o problemas de salud mental asociados a su situación, así como promover su integración social. Estar acompañado de un gato puede proporcionar compañía, sensación de un propósito y reducir la soledad, de hecho, el estudio PDSA Animal Wellbeing Report 2019 concluye que el 91% de las personas de entre 18y 34 años que tienen gato afirman sentirse menos solas. En el caso de los perros además aumenta la frecuencia de las interacciones sociales, fomentando la inclusión social. De hecho, tal como indican los resultados del estudio, ser dueño de un perro está asociado a una reducción del riesgo del 24% de cualquier causa de morbilidad (Kramer et Al 2019). Asimismo, en el caso de los ancianos tener una mascota les proporciona compañía, la sensación de un propósito y reduce la soledad (Gan et al, 2019).
  • Por otro lado, los animales de compañía son de gran apoyo para personas con discapacidad, ya que pueden ayudarles a ser más independientes y sentirse más integrados en sus comunidades. Los perros de asistencia pueden entrenarse para facilitar las tareas cotidianas a personas con ceguera, epilepsia, diabetes, trastornos neuronales o mentales.
  • En la educación, interactuar con un perro tiene beneficios como la reducción de la ansiedad, así como también contribuye a tener mayor concentración y, en consecuencia, supone la mejora de los resultados de los estudiantes universitarios (Thelwell 2019).

Terapia asistida con perros, motor de estímulos positivos

Los programas de trabajo se adaptan a las necesidades específicas de cada individuo o colectivo, con el fin de obtener los mejores resultados en cada caso. En general, la terapia asistida con animales se centra en objetivos concretos según los pacientes. Por ejemplo, se pueden llegar a generar una serie de estímulos positivos que despierten emociones, facilitando la comunicación, disminuyendo ansiedad y miedos, e incentivando la confianza o el nivel de empatía.

Por otro lado, el trabajo de los perros de asistencia está orientado a cubrir las necesidades de las personas que padecen algún tipo de discapacidad física o psíquica, y precisan de la ayuda de un perro de estas características para superar las limitaciones de su día a día, tanto en términos funcionales como de apoyo emocional. En estos casos el perro de asistencia, tras un proceso largo y selectivo, es asignado a la persona que ayudará, con la que convivirá, convirtiéndose en imprescindible en su día a día, haciendo su vida más fácil y feliz.