¿Sabes qué es el imprinting en los perros?
Cada vez escuchamos más el término imprinting, o como se conoce en español, impronta. Una palabra que se utiliza en la etología, y por supuesto en la psicología, que describe un proceso de conducta o incluso comportamiento que fue adquirido en una etapa crítica, el cual se hace recurrente en la vida de ese ser en particular.
Algunas personas usan el termino imprinting, como enamoramiento o hasta fijación.
Sí, solo hay que recordar una de las escenas más famosas de la saga de cine Crepúsculo, cuando el lobo favorito de una generación, Jacob, tiene un imprinting con Renesmee.
Técnicamente el imprinting no es amor a primera vista, pero si es la familiaridad y cercanía que, sobre todo los animales, generan con alguien en particular; por ejemplo, (un ejemplo que nos da la Wikipedia), dice que el imprinting es cuando un patito durante sus primeros días de vida, es expuesto a su madre, por costumbre, y por fijación en este periodo el patito la seguirá.
El impriting no reconoce lazos y si el pato genera esta familiaridad con otro pato, o inclusive otra especie, el imprinting hará que el patito le siga siempre.
En el caso de los perros, el imprinting sucede también en sus primeros días de vida, sobre todo cuando es cachorro y aprende a acostumbrarse a ciertas personas e inclusive comportamientos.
Esta es la razón por la cual cuando tienes un perrito, desde que es muy chiquito, y este pasa mucho tiempo contigo y siempre estas con él, el perro desarrollará un fuerte e inquebrantable lazo.
Eso pasa mucho cuando se compra un perro familiar para el papá, los hijos o un miembro de la familia que no pasa mucho tiempo en casa, finalmente el perro desarrollará un lazo o imprinting con la persona que se quede con él cuidándolo y satisfaciendo sus necesidades. Así paso con Chuleta, una perra que mi hermano compro, era para él, pero por diversos motivos cuando era cachorrita mi mamá termino llevándola a su jardín todos los días, ahora son inseparables.
El imprinting en un perro sucede desde que abren sus ojos y desarrollan sus oídos, hasta más o menos las 8 semanas o los dos meses; y no se trata de que el perro te vea primero que nadie a ti; como se presume en ciertas familias de aves, pero si se trata de que pases tiempo con el perro, y que durante esta etapa crítica le permitas socializar con otros perros y personas ya que lo que aprenda en la impronta de esta etapa se quedará con él perro prácticamente toda su vida.
Así que, si quieres un perrito feliz, estable, asertivo y equilibrado, debes procurar que la impronta que aprenda durante los primeros días de su vida sea positiva, porque aprenderá estas conductas y comportamientos que marcarán su carácter.